En medio de un confinamiento que está por cumplir 100 días en la Argentina, con el epicentro de contagios de coronavirus en Buenos Aires y alrededores, los integrantes de la Selección nacional de natación lograron volver al agua, algunos de ellos recién en estos últimos días.
El regreso a los entrenamientos de Federico Grabich y Gabriel Morelli, concretado finalmente este lunes en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, representa el último grupo de nadadores de élite que todavía no había podido restablecer su rutina en el agua. Grabich, medallista mundial en los 100 libre de Kazán 2015, y Morelli, especialista en estilo pecho, ganaron juntos la medalla de bronce de los 4×100 estilo combinado en los últimos Juegos Panamericanos de Lima 2019. Si bien provienen de lugares distintos, Casilda y Santa Fe capital, respectivamente, los dos atletas consiguieron la habilitación para entrenarse en la pileta del Club Provincial de Rosario.
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Dentro de esta etapa de nueva “normalidad” del deporte, se aplica en cada caso el protocolo presentado oportunamente por la Confederación Argentina De Deportes Acuáticos (CADDA), que incluye distanciamiento social en distintos turnos, con el personal mínimo afectado, ya sea en los clubes o piscinas habilitadas, como también en los pocos entrenadores que acompañan a los atletas.
La primera nadadora argentina en lograr el permiso especial para volver al agua fue Delfina Pignatiello, clasificada a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en los 400, 800 y 1500 libre. Tras un fuerte reclamo de toda la comunidad del deporte de alto rendimiento, la aparición de Delfina en televisión fue uno de los detonantes para que el Ministerio de Turismo y Deporte exceptuara de la cuarentena a los atletas que estarán en los Juegos del año que viene. Con ese objetivo, Pignatiello ya transita su tercera semana de entrenamientos en una pileta privada de San Isidro, en las afueras de Buenos Aires, bien cerca de su casa.
Si bien el decreto presidencial del gobierno argentino alcanza a aquellos deportistas que ya tienen boleto asegurado para Tokio, en muchos deportes se ha sumado una lista de atletas que están en una situación de potencial clasificación, como es el caso de la mayoría de los nadadores habilitados.
Los otros dos argentinos con marcas FINA para los próximos Juegos Olímpicos se encuentran viviendo fuera del país. Santiago Grassi, que tiene su plaza asegurada en los 100 mariposa, ya retomó sus entrenamientos hace un mes en Auburn, Estados Unidos, después de un confinamiento que lo llevó a estar 70 días sin nadar. Igualmente en Brasil, específicamente en Belo Horizonte, Julia Sebastian recuperó su rutina de entrenamientos en pileta, a la espera de su participación en la capital japonesa, para nadar las pruebas de 100 y 200 metros pecho.
El resto de la Selección Argentina está distribuido por distintos puntos del país. En la provincia de Córdoba, desde el 11 de junio, la espaldista Andrea Berrino se entrena en la pileta del Club Universitario, donde también regresó a las prácticas Cecilia Biagioli, especialista de aguas abiertas y en los 1500 libre, con cuatro Juegos Olímpicos en su haber. Una semana más tarde, en Río Cuarto, otra ciudad del interior cordobés, la pechista Macarena Ceballos se volvió a meter al agua en la piscina del predio municipal Centro 11.
Otro grupo de nadadores se reencontró la semana pasada en Mar del Plata, una de las ciudades más importantes de la provincia de Buenos Aires, sede panamericana en 1995: allí fueron habilitados el velocista Guido Buscaglia y el fondista Ivo Cassini, ambos presentes en los últimos Juegos Panamericanos de Lima 2019. Junto a ellos, Belén Díaz, Lucía Gauna, Guillermina Ruggiero y Nahuel Martin completan la nómina local.
En otra localidad de la misma provincia de Buenos Aires ya se había producido el regreso de Virginia Bardach. La doble medallista panamericana, campeona de los 200 mariposa, ya lleva tres semanas de entrenamiento en Tres Arroyos, donde había comenzado su confinamiento a fines de marzo.
Aún aguardan novedades el neuquino Agustin Hernandez, el bonaerense Lautaro Rodríguez, el jujeño Roberto Strelkov y los santafecinos Nicolás Deferrari y Martin Carrizo, para completar la lista de los 17 nadadores que compitieron en el último certamen internacional de renombre, los pasados Juegos Panamericanos de Lima 2019. También podría sumarse en Buenos Aires el flamante recordman de los 200 espalda, Juan Ignacio Méndez.
Para este 2020, tras la suspensión del Campeonato Sudamericano, pautado originalmente para la última semana de marzo en Buenos Aires, se aguardan todavía definiciones desde los organismos regionales para la reprogramación del torneo durante los últimos meses del año o bien la próxima temporada. También se estudia la posibilidad de realizar en diciembre un único Campeonato Argentino, pero todavía no está resuelto. El invierno recién comienza en la Argentina y la zona metropolitana de Buenos Aires sufre el pico más alto de contagios de COVID-19, tras superar este fin de semana las 1000 muertes, sobre una población de casi 45 millones de habitantes.