Cada vez más personas que no pudieron aprender a nadar de niños quieren aprender a nadar de adultos. Porque son conscientes que saber nadar conlleva bastantes beneficios. Aparte, el evidente, de poder salvar la vida en un momento dado.
Dentro del colectivo de adultos que buscan cursos de natación para aprender a nadar, nos podemos encontrar con adultos con un elevado miedo al agua ( miedo, elevado miedo o mucho miedo ).
Afortunadamente, hoy en día, en casi todos los centros deportivos con piscina, ofrecen cursos de natación para adultos, y en algunos, también cursos para personas con un elevado miedo al agua.
Quizás nos encontremos con adultos que ya hayan pasado por algún curso de natación, adultos que tuvieron una mala experiencia en el agua, los que nunca han ido a un curso de natación, los que fueron de niños a aprender a nadar pero luego dejaron la práctica de la natación, etc.
No me refiero a que no se atrevan a meterse en el agua ( en este caso, el adulto que rehuye el agua o intenta en todo momento alejarse de ella padecería de hidrofobia ) sino, simplemente, a meter la cabeza en el agua
( hay adultos que ni se ponen debajo de una ducha, evitando en todo momento que el agua les caiga sobre la cara ) o a flotar, por ejemplo.
Incluso hay muchos que sabiendo nadar algo, ya sea porque lo aprendieron por su cuenta o porque aprendieron en algún curso de natación ( que luego abandonaron ) no se atreven a meterse en zona profunda.
Teniendo en cuenta la diversidad de causas que existen, por las que una persona adulta puede tenerle miedo al agua, no tiene sentido que los gestores de algunos centros deportivos piensen que con los cursos de natación para adultos ya cubren las necesidades que tienen este tipo de personas.
El problema es que muy pocos centros ofrecen cursos de natación para adultos con miedo al agua. Sin embargo, hay mucha más gente adulta, de la que parece, que le tiene miedo al agua.
En teoría toda persona que no sabe nadar tiene miedo al agua. Con lo que la conclusión lógica es que, con los cursos de natación tradicionales, ya se cubre esta demanda.
Generalmente, las personas que no saben nadar, tienen el miedo natural al agua que se debe tener, al existir un peligro evidente de pérdida de la vida. Para estas personas puede valer un curso típico de natación. Pero hay otras que le tienen mucho miedo al agua.
De esta forma, podemos clasificar a los individuos por los tipos de miedo que presentan al meterse en el agua. A las personas adultas con miedo al agua los podemos clasificar de la siguiente manera:
1) Adultos con un miedo lógico, normal, natural al agua. No sabiendo nadar, saben que se pueden ahogar si se meten en la zona profunda de un espacio acuático.
2) Adultos con elevado miedo al agua. Son personas que han podido sufrir algún accidente en el agua o, simplemente, nunca han tenido contacto con un espacio acuático. Rehuyéndelo de forma consciente o inconsciente durante toda su vida.
Para los primeros, los cursos de natación para adultos son suficientes para que aprendan a nadar, pero para los que tienen mucho miedo al agua, los cursos de natación ( clásicos ) se quedan cortos. No dan solución a su problema.
Entre estos dos tipos extremos hay muchos grados de miedo, en función de la experiencia que haya tenido cada persona. De esta variedad de grados podemos extraer otra clasificación:
- Personas que han aprendido por su cuenta ( los autodidactas ) pero han aprendido mal, o no conocen bien los fundamentos básicos de la natación.
- Personas que se han apuntado a un curso típico de natación y no han podido aprender nada. Debido, a que no han podido seguir el ritmo de aprendizaje de sus compañeros.
- Los que nadan con desconfianza. Han aprendido a nadar sin que antes les hayan enseñado bien los fundamentos básicos, por lo que nadan muy incómodos y con muy poca confianza.
- Adultos inseguros. Que han aprendido con un uso excesivo del material. Se les ha enseñado desde el principio con material y se les ha acostumbrado a nadar, demasiado, con él. En consecuencia, cuando se les quita el material no saben nadar, o se ven muy inseguros nadando sin él.
- Personas que nadan nerviosas. El instructor se ha limitado al trabajo técnico y a que su alumno adquiriera un buen estilo de nado. Olvidándose, por ejemplo, de enseñarle una habilidad acuática fundamental, como es la flotación vertical en zona profunda.
Cuando estas personas se adentran en zona profunda, aunque sepan nadar bien se ponen nerviosas, debido a que no saben flotar de pie, en zona que les cubre. Piensan, que al colocarse de pie se van a hundir por no saber flotar de pie.
- Adultos que le han cogido más miedo al agua del que tenían, antes de apuntarse a un curso de natación. Debido a que todavía hay instructores que obligan a saltar de pie en zona profunda ( en la primera clase ) para que se les quite el miedo de una sola vez, de golpe. Esto es un disparate, una barbaridad.
- Los que han sufrido la clara ausencia de un método de trabajo de su instructor de natación. Sin un orden lógico en la propuesta de los ejercicios.
- Adultos desilusionados, que han padecido un curso de natación masificado. Dándose cuenta, de que así es muy difícil que el instructor de natación pueda hacerles un seguimiento adecuado de sus progresos.
- Alumnos descontentos, por comprobar que el instructor de natación no les hace caso, no les atiende como debiera.
- Adultos frustrados. Porque el instructor de natación no les corrige casi nunca.
– Todas estas situaciones se dan en los cursos de natación. Es decir, cursos donde se supone que los alumnos van a aprender a nadar y a superar el miedo al agua.
Ahora voy a exponer algunos tipos específicos de miedo al agua que se presentan en personas con esta problemática:
– En zona poco profunda:
- Miedo a meter la cabeza en el agua
- Miedo o rechazo a respirar ( exhalar ) dentro del agua
- Miedo a flotar
- Miedo a hundirse
– En zona profunda:
- Miedo a la flotación horizontal dorsal y ventral
- Miedo a la flotación vertical estática básica, estática avanzada y la vertical dinámica
- Miedo a sumergirse o a hundirse
Estos son algunos de los miedos que me encuentro en mis clases de natación para personas con miedo o mucho miedo al agua. Todos los tipos de miedos que ya he apuntado, se pueden superar en un curso de natación que disponga de un método como el nuestro, el método nsm, u otro similar diseñado para que el instructor de natación pueda trabajar con este tipo de personas.