Courtesy: arena
• Nadar en aguas abiertas y competir en largas distancias requiere de una preparación muy específica. Descubre las claves de la mano del mejor nadador español, Alberto Martínez Murcia.
• Alberto Martínez, actualmente clasificado para Tokio, nos explica los ocho puntos básicos a tener en cuenta para la preparación y competición en su especialidad, la larga distancia en aguas abiertas.
Una semana después de la Copa del Mundo de aguas abiertas en Doha hablamos con Alberto Martínez Murcia, nadador del equipo arena en España y actual Campeón de España que ya se encuentra clasificado para Tokio, quien nos explica ocho claves para
nadar en aguas abiertas y afrontar con éxito una competición de larga distancia.
1. Experiencia.
“La experiencia es básica para ganar control. Cuantas más veces compitas y te lances al agua más se aprende. Las aguas abiertas están llenas de sorpresas y cada competición o entrenamiento se convierte en una experiencia de la que aprender, exponerte a situaciones reales ayuda a progresar. No hay excusas: Lánzate a nadar en ríos, lagos, embalses, océanos o canales.”
2. Orientación.
“Obviamente nadar en aguas abiertas no es lo mismo que en una piscina, no existe una línea en el fondo que te indique el camino a seguir, por eso es muy importante trabajar la orientación.
Principalmente hay que aprender a reconocer y tener localizado nuestro objetivo todo el tiempo, ya sea una boya o una línea de meta. A la hora de localizar tu punto de referencia lo mas importante es practicar un buen posicionamiento del cuerpo cada vez que levantas la cabeza. La intención es ahorrar energía no solo nadando en línea recta hacia tu objetivo, sino también economizando en cada brazada.”
3. Economía.
“¡Evita el desgaste físico! Enfrentarse a las aguas de ríos, lagos, embalses, océanos o canales supone enfrentarse a un entorno natural con corrientes, viento y de más adversidades. Por lo que, en igualdad de distancias, este entorno desgasta físicamente mucho más que el entorno controlado de una piscina. Por ello una parte del entrenamiento se ha de centrar en aprender a ahorrar energía en cada movimiento. Evitar un uso excesivo de las piernas y las subidas en el pulso pueden ser claves en este sentido.”
4. Estrategia.
“A la hora de competir en distancias largas es muy importante contar con una o varias estrategias. La intención es poder estar preparado ante las nombradas adversidades propias de esta disciplina y conseguir el mejor resultado posible. Tener una estrategia implica tener un plan, ya sea de ataque, de defensa, de reserva… un plan que permita al nadador estar preparado para hacer aquello más conveniente en cada momento.”
5. Entrenamiento.
“Sobra decir que el entrenamiento es básico y necesario en todas la disciplinas, pero en este caso el entrenamiento hace referencia a los 4 puntos anteriores. Todos y cada uno de ellos han de ser entrenados y puestos en práctica con regularidad. En el caso de la estrategia el entrenamiento debe ser muy concreto.
Como ya hemos comentado, cada prueba o competición se debe preparar teniendo en cuenta un plan a seguir, ya que será ese plan la base principal del entrenamiento. Por ejemplo, si se tiene previsto mantener un ritmo continuado durante toda la prueba, es importante entrenar con un ritmo más rápido en la salida y en los últimos metros. En la salida porque necesitarás mantenerte entre los primeros para evitar el mayor contacto físico y en la meta porque estas pruebas, aunque no lo parezca, se ganan al final.”
6. Adaptabilidad y control.
“La adaptabilidad implica aprender a nadar de diferentes maneras con la intención de adaptarse dependiendo de las condiciones que el medio y la climatología requieran. Cambiar el uso de la técnica y ser capaz de nadar de distintas formas es clave para enfrentarse al medio de la mejor manera. ¡Entrena esta adaptabilidad!
Pon en práctica una forma de nadar con más o menos frecuencia, con más pies, aplicando más o menos fuerza, etc… Esta variedad de opciones puede ser la clave del éxito. Recuerda que el medio natural está lleno de incertidumbres, pero tú como nadador has de conseguir mantener el control máximo de las cosas que dependen exclusivamente de ti, y esta capacidad de adaptación ha de ser una de ellas.”
7. Alimentación.
“Las competiciones de larga distancia superan los 50 minutos de duración por lo que las reservas deben estar al máximo. Dicho esto, la ingesta de una importante cantidad de carbohidratos durante los dos o tres días días previos y el mismo día de la carrera hará que las reservas de glucógeno estén a tu plena disposición.”
8. Aceptación y superación.
“¡ las adversidades! Competir en aguas abiertas implica nadar rodeado de mucha gente, puedes recibir golpes, te puede picar una medusa o puede aparecer un viento indomable entre otras cosas, pero acéptalo y aprende a vivir con ello para superar los miedos que dichas adversidades pueden traer consigo. Competir en aguas abiertas supone estar dispuesto a recibir sorpresas de todo tipo y el nadador tiene que estar preparado, aprendiendo a darle la importancia justa a todo e intentado que estos infortunios supongan la menor interferencia dentro de los planes.”