Pasaron poco más de dos meses de los Juegos Olímpicos de la Juventud. Y Delfina Pignatiello hoy valora mucho más las dos medallas plateadas que ganó en los 400 y en los 800 metros libre. “En el momento no caigo, pienso que me fue bien y nada más, pero después pasa el tiempo y me doy cuenta de todo…tengo una medalla olímpica, dos en verdad, estoy súper contenta”.
En la misma noche en la que fue elegida por segundo año consecutivo como la mejor nadadora argentina por los periodistas que organizan en su país la entrega de los Premios Olimpia, Pignatiello hizo su balance de 2018 para SwimSwam: “A pesar de que las cosas no se dieron del todo como esperaba, fue un gran año igual y yo estoy super contenta, sobre todo por lo que aprendí”.
En 2017, además de la distinción dentro de su disciplina, también había sido premiada como la mejor de todos los deportistas argentinos, después de consagrarse bicampeona mundial juvenil en Indianapolis (800 y 1500 libre). “El año pasado fue tremendo, pero recién empezaba la exposición, ahora con los Juegos de Buenos Aires explotó todo mal, se multiplicó todo.”
La exigente temporada de Delfina Pignatiello se sintió en el aspecto mental pero también en el físico: “En los Juegos competí con una contractura en un hombro, eso derivó en una tendinitis en los dos hombros. Entonces tuve que correr así el Campeonato Sudamericano, pero ya para el Mundial de pileta corta preferí tomarme vacaciones y poder entrenar mejor para los Juegos Panamericanos de 2019 que quizás son más importantes.”
A tal punto será prioridad la cita continental de Lima 2019 que Pignatiello no descarta tener que sacrificar su presencia en el Mundial de Gwangju 2019, un mes antes: “No sabemos todavía, pero lo más probable es que vaya a los Panamericanos nomás. Será una forma más de medirse para ver cómo estamos trabajando, cómo puede ir armándose el ranking para el gran objetivo, que son los Juegos Olímpicos de Tokio 2020”.