Para algunos nadadores levantarse antes del amanecer para ir a una fría piscina llena de series de mariposa no es la mejor parte del dia, y por “algunos” nadadores me refiero a “todos” los nadadores.
Con esto dicho, levantarse bien temprano por la mañana no tiene porqué ser una batalla contra el tiempo.
Hay ventajas con ser de las primeras personas despiertas. Crea disciplina, is es una prueba de tu compromiso y dedicación, y para ser sinceros, tiene algo se genial lanzarse a una piscina quieta mientras el resto está durmiendo.
De cualquier manera.
De vuelta a la parte de la “lucha”.
Aquí hay 7 pequeñas estrategias que quisiera haber tenido para hacer de levantarse temprano por la mañana mucho más fácil:
- Haz que todo sea bueno al levantarte por la mañana.
Seguro, el hecho de tener que despertar en la madrugada no es el mejor sentimiento de todos, pero si recordas todas las cosas buenas que conlleva hacerlo y que además te gustan, entonces puede que salir de la cama sea un poco mas fácil.
Coloca tu nueva canción favorita como tono de tu alarma. Come tu desayuno favorito (sano). Descarga ru show preferido la noche anterior y míralo mientras desayunas.
Llena la mañana de cosas que te gustan y todas van a hacer que quieras estar despierto en vez de volver a la cama.
- Haz que todo sea más fácil.
Similar al punto precio, no debe haber nada muy difícil que te haga no querer levantarte. En esos primeros minutos, cuando sigues medio dormido y piensas en la escusa menos ridícula para decirle al entrenador que no vas a ir a entrenar – tu fuerza de voluntad está en su punto más bajo.
Haz que las mañanas sean fáciles – coloca tu ropa sobre una silla. Tus zapatos al lado de tu cama. Lo que vas a comer durante la mañana sobre tu mesa de noche y toda tu mochila déjala lista la noche anterior.
La menor cantidad de obstáculos que tengas al salir de la cama hará todo más fácil.
- Despierta y levántate rápido, muy rápido.
Esto puede que no funcione para todos — es algo de lo que me di cuenta luego de mucha prueba y error (la palabra clave es el error).
Una vez que la alarma suena, antes de siquiera pensar en darte la vuelta, salta de la cama. Abre las cortinas y enciende las luces para evitar cualquier cosa que te impida levantarte.
Colocar varias alarmas nunca funcionó bien para mí, y tampoco lo hizo el quedarse echado en cama 20 minutos para “despertar”. Si te encuentras a ti mismo en esta situación y conversas contigo mismo de si deberías o no levantarte, estás perdiendo la batalla, elimina cualquier conversación y simplemente ponte de pie.
- Administra tus dispositivos electrónicos.
Me tomó mucho tiempo el darme cuenta que no podía dormir en la misma habitación que mi celular. En mi estado semi-despierto no podía evitar ver la luz que me indicaba algún mensaje de texto a media noche.
Si estás más cómodo que yo con el celular, y lo utilizas como alarma, colócalo lejos, así tendrás que levantarte para ir a apagar ese ruido a las 5 de la mañana.
- Despierta a la misma hora pero duerme cuando estés cansado.
Tu cuerpo no necesita exactamente la misma cantidad de horas de sueño todas las noches. Habrán días en los que tienes entrenamientos muy fuertes y un largo día de clases y tareas en los que difícilmente llegues a las 8 de la noche. Necesitarás 8-9+ horas para recuperarte. Otros días tu horario será menos extenuante, y el sueño no te llegará hasta las 10 u 11pm, entonces sólo necesitarás 6-7 horas de sueño.
En lugar de pelear y de decirte que tienes que dormir siempre a la misma hora (lo que te ocasionará la típica pregunta “Cuántas horas más puedo dormir si me acuesto ahora?”) simplemente despierta a la misma hora todos los días.
En pocos días te darás cuenta que tu cuerpo te dirá cuál es la hora de ir a la cama en vez de tratar de forzarlo a dormir.
- Ten una rutina en la noche.
Si despertar a la misma hora no es lo mejor para ti y necesitas una ayuda para acostarte, prepara una rutina que te permita ir a la cama por las noches.
Haz una lista de las 4-5 cosas que haces antes de acostarte y condiciona tu cuerpo a que ya es hora de ir a dormir. Las claves pueden incluir: Cepillarse los dientes, leer por 15 minutos, acomodar las cosas para el día siguiente, dejar todo en orden y así sucesivamente.
Haz la lista y síguela consistentemente y pronto podrás decirle a tu cuerpo que ya es hora de dormir.
- Haz un compromiso de 2 minutos.
Las cosas grandes en la vida se alcanzan con pequeños, pequeños pasos. Algunas veces una de esas cosas grandes es salir de la comodidad y calidez de la cama a la nieve de afuera.
Cuando empiezas a sentirte fuerte y te enfrentas a esos pensamientos de quedarte en cama, que sólo un día no hará diferencia, que nadie se dará cuenta y a nadie le importará, dile a esa voz que te vas a levantar por unos minutos. Camina, come algo.
Luego de un par de minutos, el 99% de las veces, esa voz desaparecerá de tu mente.