Una de las preguntas que más me hacen es: “¿por qué nadas?” y realmente nunca sé qué contestar ya que hay varias razones por las que entreno. Así que por eso, les dejo una lista de motivos por los cuales nadar es mi parte favorita del día.
- Me relaja. Cansarme y sacar series a tope es la parte más relajante de mi día.
- El equipo. Me encanta convivir con mis coequiperos, además de apoyarme en entranamientos y ser mis amigos, se han convertido en mi familia.
- Me enseña qué es la disciplina. De alguna manera, el ir a entrenar, me hace ser una persona más disciplinada y organizada. Agendo mejor mi día para que mis horarios encajen y me alcance la vida para tareas, entrenos, etc.
- Me demuestro que sí puedo. Los días buenos son contados. A veces me siento increíble nadando y me salen los parciales a lo que me piden o incluso mejor. Pero también hay días en los que digo “mejor ni hubiera salido de mi casa.” Sin embargo, después de un mal entreno, me dan ganas de ir con todo a la siguiente sesión.
- Momento de reflexión. A pesar de que convivo con más personas en la alberca, durante las series (específicamente las largas) lo tomo como un escape para pensar cómo me fue en el día, pienso en cosas nuevas o incluso planeo qué voy a escribir en el ensayo que tengo de tarea. Teniendo esto en mente, no debería sorprenderme cuando pierdo la cuenta.
- Y la verdad… no sé porqué lo hago. Pero tampoco sé que sería de mi si no entrenara. Tal vez pesaría 10kg más…