Rikako Ikee lo hizo de nuevo. La nadadora japonesa escribió un nuevo capítulo en la historia de superación personal que protagoniza, desde que en febrero de 2019 anunció que padecía leucemia, tras lograr la clasificación para los Mundiales Fukuoka 2023.
Ikee se impuso en la final de los 100 mariposa de los Nacionales de Japón con un tiempo de 57.68 segundos, 0.24 menos que el tiempo exigido por la Federación Japonesa para sellar la clasificación para los Mundiales de Fukuoka. Ikee deberá acercarse a los 56.08 segundos que cuenta como mejor marca personal desde 2008 si quiere pelear por las medallas en julio.
Mucho tiempo pasó hasta que la nadadora japonesa, de 22 años, pudiese regresar a su hábitat “natural”, la piscina, con la que Rikako Ikee se reencontró en marzo de 2020, tras “¡406 días!”, como ella misma recalcó. Sin embargo, no fue hasta agosto de ese mismo año cuando Ikee volvió a disputar su primera competición. En diciembre de 2019 había recibido definitivamente el alta médica tras permanecer diez meses hospitalizada.
Era el inicio de una emocionante carrera por participar en los Juegos Olímpicos de Tokio en los que Ikee se perfilaba como una de las grandes estrellas del equipo japonés tras las ocho medallas, seis de ellas de oro, que conquistó en los Juegos Asiáticos de Yakarta 2018.
Finalmente, Rikako Ikee logró el billete olímpico para las pruebas de relevos 4×100 libre y 4×100 estilos. No logró subir al podio, pero su simple presencia en la cita olímpica ya fue todo un triunfo, que se convirtió en un símbolo de superación para Japón y el mundo.
Pero la nadadora nacida en Tokio, que en los Juegos Olímpicos Río 2016 fue quinta en la final de los 100 mariposa con apenas 16 años, no quería ser sólo un símbolo y dejó claro que su meta eran los Juegos Olímpicos de Paris 2024, a los que acudirá en busca del podio, luego de quedar afuera de los Mundiales de Budapest.